Hace cinco años, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple, pensé que mi sueño de viajar por el mundo terminaba. Lo veía imposible ya que empecé a tener limitaciones físicas muy rápido y todo era más difícil. Sin embargo, aunque mi cuerpo no tenía mucho movimiento, mi mente iba a 100 millas por hora. La creatividad, las ideas y las ganas de vivir seguían intactas en mí. Es por eso que decidí mostrar en las redes, cómo es vivir con Esclerosis Múltiple; con el propósito de educar, motivar y demostrarle al mundo que un diagnóstico no nos define. Y de paso tener la oportunidad de hacer un llamado a vivir al máximo y de ser agradecidos.
Es un poco irónico pero, con mi diagnóstico he viajado más que cuando no lo tenía. He viajado en todas mis etapas; caminando normal, con andador y ahora en silla de ruedas.
En todos mis viajes el reto más común que enfrento es encontrar hoteles que sean accesibles para mí y los estacionamientos que la mayoría de las veces quedan muy lejos. Cuando hablo de hoteles accesibles, busco que no tengan escaleras en su entrada o que tengan rampas, el baño es un aspecto bien importante a la hora de escoger un hotel. Este debe ser grande, que mi silla de ruedas quepa, debe tener tubos de seguridad y NO puede tener bañera ya que no puedo alzar mucho las piernas. Otros detalles que tomó en consideración es su ubicación. Debe quedar lo más cerca posible de todo y que tenga balcón. ¡Soy fan de los paisajes!
Ahora bien, he viajado a más de 10 lugares y todavía quedan muchos en mi bucket list. Sueño con ver la Torre Eiffel, Italia, España, Egipto, Colombia y muchos más. ¡¡¡La lista es larga!!!
Pero todos estos viajes los hago desde otra perspectiva y más consciente. Ahora que tengo mucha limitación física, me he dado cuenta que hay muchos destinos que deben ser más accesibles e inclusivos. Falta mucho por recorrer, empezando con nuestra isla.
Atenas fue un lugar que me sorprendió muchísimo. Empezando con que su gente es muy servicial y es un destino muy accesible. La Acrópolis es la estructura más visitada allá y tiene acceso para personas con discapacidad. Cuentan con una vía alterna que tiene ascensor y te deja justo en el tope, sin la necesidad de caminar. Yo estaba muy emocionada por esto ya que pensé que no lo podía hacer y al final sí pude. ¡Es increíble!
Una de las anécdotas que jamás olvidaré fue cuando viaje a Cuba. Para ese entonces yo utilizaba andador. Ya tenía dificultad al caminar, pero mis brazos estaban bien. Íbamos para Cueva del Indio y cuando llegamos habían muchas escaleras (algo que para mí es difícil de subir), rápidamente dije “no lo voy a hacer” y el taxista me dice “¿Cómo que no?, ¿Vienes a Cuba y no harás esto?”. Para hacer el cuento largo/corto, el taxista junto con uno de mis amigos, me cogieron al hombro y me subieron por todas esas escaleras. Cuba no es un destino muy accesible, pero siempre encontramos ángeles en nuestro camino que hacen todo posible. La pase espectacular y agradecida de poder vivir eso.
Definitivamente viajar con discapacidad es un reto pero no es imposible. Aquí les comparto algunos consejos que me han ayudado:
Estudia el destino que quieres visitar y asegúrate que sea cómodo para ti.
Elige la época del año con el clima más beneficioso para tu condición y, preferiblemente, con menos turistas.
Busca ofertas de vuelo que tengan la menor cantidad de escalas posible. Si hay escalas, asegúrate que haya tiempo suficiente entre un vuelo y otro.
No dudes en comunicarle a la línea aérea cualquier acomodo razonable que necesites.
Cuenta con un seguro de viaje, por si tu salud sufre alguna recaída.
Asegúrate de tener las dosis de medicamentos suficientes para el periodo que estarás fuera. Informa a tus médicos acerca de tu viaje y consulta cualquier inquietud relacionada a tu condición.
Haz la agenda de lugares que quieres visitar. Mira fotos y fíjate cuán accesible es la atracción para ti.
Lleva cuidadores que entiendan tu condición y sean capaces de defender tus derechos.
Identifica alojamientos que estén cerca de todo lo que vas a hacer y que cuenten con rampas, ascensores y fácil acceso a la calle. Planificando este viaje, descubrí que hay muchas páginas con alojamientos a buenos precios y que tienen filtros para personas con movilidad reducida. Llama o escribe todas las veces que entiendas necesario para asegurarte que satisfacen tu necesidad y que te sentirás cómodo.
Si tienes problemas de movilidad, trata de alquilar un auto. Evita usar la transportación colectiva, porque puede dejarte lejos de las atracciones. Si el hotel te ofrece transporte, notificarle tu limitación y te enviarán el carro adecuado para buscarte.
Toma todos los descansos que necesites. Lo más importante es hacer un balance entre tu condición y el ritmo de viaje que vayas a llevar.
SE VALE TODO MENOS QUITARSE 🧡
- Karla Ortíz (IG: @unajevaconesclerosis)
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